BEBE-METODO RUBIO¿Qué mamá no se ha encontrado en la situación de intentar controlar a su bebé que presenta un llanto inconsolable, que aparece de forma inexplicable por la tarde y puede durar hasta por la noche? ¿Qué mamá no se desesperaría viendo a su bebé flexionar las piernas sobre su abdomen, apretar los puños, y sufrir con una irritabilidad generalizada? Y que, día tras día, haber conseguido calmarle y dejarlo en un su lugar de descanso se desencadena de nuevo la misma situación.

Es en este momento cuando los padres se sienten culpables y piensan que están haciendo algo mal.

En realidad estamos hablando del cólico del lactante, un problema que no es grave pero si muy angustioso para el propio bebé y los padres y que afecta a más del 30% de los lactantes.

Una vez que ya sabemos los síntomas que presenta el cólico del lactante, seguro que os interesará saber cuál es el origen, algo que no está muy claro.

Se debe trabajar bajo tres premisas, que agrupadas, nos permiten tener un resultado excelente en el tratamiento del cólico.

  • 1ª premisa: Falta de maduración del sistema digestivo:

Al sistema digestivo le faltan todavía enzimas digestivas, así como hormonas gastrointestinales. Por ejemplo, a los 3 meses la producción de ácido por el estómago es inferior al 50% de la de un adulto, y la pepsina, (que se encarga de descomponer las proteínas), aún no alcanza los niveles de un adulto.

El páncreas no segrega amilasa (la que descompone los hidratos de carbono) y sus niveles de lipasa (la que descompone las grasas) son bajos.

La motilina (hormona que segrega el intestino, y que se encarga del movimiento intestinal), tampoco tiene unos niveles normalizados

Podríamos seguir hablando del hígado y los riñones, pero esto se parecería más a un artículo científico que a un blog de ayuda para los padres.

Pero esta primera premisa nos puede hacer comprender, que, al intestino, el alimento, (la leche materna, que sería lo más indicado, o los preparados de sustitución), llegue sin descomponer del todo, y provoquen en el intestino fermentación, gases y mala movilidad. De esta manera el intestino, en vez de funcionar rítmicamente, funciona con espasmos, lo que provoca el dolor del cólico.

  • 2ª premisa: intolerancia a determinados alimentos, como a la lactosa o a la caseína, que puede ser transitoria o perenne.

Para estos casos se aconsejarían alimentos sin lactosa y sin caseína, pero no se aconsejaría la leche de soja, ya que existe también la intolerancia a la proteína de soja.

  • 3ª premisa, la del atrapamiento  del nervio vago.

El nervio vago, que es el director de orquesta del aparato digestivo, puede estar atrapado a su paso por un agujero que está en el cráneo, por debajo de la nuca (el agujero rasgado posterior). Esto puede haber sucedido en el momento del parto donde los huesos del cráneo se ven sometidos a fuertes presiones, y la musculatura a tensiones excesivas, sobre todo si ha sido un parto difícil, con fórceps, ventosas, etc.

Si ese problema  no se resuelve, el nervio vago seguirá atrapado y no enviará la información correcta para el buen funcionamiento del sistema digestivo.

Es por este conjunto de circunstancias, que no sólo hay que trabajar sobre la musculatura del abdomen, sino también sobre la zona craneal, por lo que recomendamos la atención de un fisioterapeuta-osteópata para complementar un exitoso tratamiento del Método Rubio, así como consejos dietéticos para la madre.